viernes, 16 de enero de 2015

Autorretrato


4 comentarios:

  1. Si que te ha salido extraño el macro de hoy, je, je, creo intuir al jinete azul en su pose de trabajo, en el suelo buscando belleza en las pequeñas partículas del cosmos. No me quiero ni imaginas la cara de la gente que te vea hacer esto en el suelo, un tipo con porte seria como tu, con barba y todo tirado en el suelo haciéndote fotos. Un autoretrato en toda regla. Porque será que los fotografos, o aprendices de fotografos, de vez en cuando tenemos la necesidad de retratarnos. A mi particularmente no me gusta mucho, pero aun así lo hago de vez en cuando. Hoy he visto las fotos más horribles posibles que se pueden hacer de mí, y no exagero, que asco!!!!. Hace años que no voy al dentista, hace tiempo que pensaba hacerlo, pero ni siquiera estos días he sacado tiempo, como lo de volver a trabajar es cosa de poco tiempo, hoy al fin he ido. Ahora a las nuevas generaciones de dentistas, con las nuevas tecnologías, se les ha abierto la luz de como convencernos. La tia saca un móbil, un triste móvil, y con la ayuda de otra se pone ha hacerme fotos de la boca, por dentro por fuera. En fin eso debería estar penado, la boca de las personas por dentro es horrible, yo creo que ni los orangutanes, que asco, cualquiera dice que no después a lo de intentar mejorar eso. Chantaje total. Los dentistas es uno de los sectores que cada vez soporto menos.

    Volviendo a la foto, original desde luego es, además parece que las aplicado una textura pero a la chaqueta de pana parece que no. ¿Que querías mostrar cuando hiciste esta foto o cuando te decidiste a subirla?. Ya contarás.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Son dos cosas distintas: cuando la hice y cuando decidí exponerla en el blog. La foto la hice por azar. Estaba experimentando dobles exposiciones y las nuevas funciones de la cámara. Estaba en mi estanque mágico donde he hecho la mayoría de las fotos de estos días. Creo que quería probar un disparador con cable que no había utilizado todavía, ahora puedo hacerlas con el móvil. Rápidamente me puse delante del minitrípode que estaba utilizando y la pose que exigía era con la cabeza recostada en el pretil del estanque tal como he salido. No busqué nada especial salvo hacer una prueba. Sin embargo, luego al verla me pareció interesante. El azar hace que surjan cosas que uno no espera. ¿Te imaginas el valor de esta foto si el fotografiado fuera Henri Cartier Bresson? La misma pose, el mismo ángulo... Es lo mismo que me comentaste sobre la foto de la niña con la muñeca si el decorado hubiera cambiado y en lugar de ser Pallejà hubiera sido Sarajevo o Gaza.

      Ahí estoy yo, el que soy. Y desde luego no es una foto de esas que se publican en FB para que la gente diga lo guapa que es la mujer o el hombre fotografiado. Me revienta que la gente publique fotos que lo único que buscan sea eso. Esa foto no pretendía nada, pero ese soy yo. Yo no suelo salir en las fotos que hago a la familia. Raramente aparezco, pero aquí estoy y me parece un buen retrato psicológico de esos que me gustan. Y, efectivamente, hay una textura que no se percibe en la cazadora de pana pero igualmente está. Creo que en la foto se nota el paso del tiempo, ese que tanto nos disgusta. Mis cabellos blancos, mi barba encanecida, pero mi mirada es firme. Hay en ella, según lo interpreto, yo una gran dosis de ambición, de búsqueda de perspectivas nuevas ... un hombre tan frágil como ambicioso que no ha visto colmado todo lo que anhela. Esos son mis ojos, los que miran por el visor de la cámara buscando ángulos distintos y esta foto lo es aunque sea por azar. Hay un hombre tan soberbio ahí como insignificante. La soberbia de la insignificancia podría ser un título más preciso en este autorretrato tan realista como parapoético.

      En cuanto a las bocas solo sé la fortuna que me está costando la de mis hijas aunque ya el proceso parece ir acabándose. Las dos podrán lucir unos dientes perfectos y sonreír abiertamente sin miedo a que les pase lo que a ti. Es lo que distingue a las clases sociales, a los países desarrollados de los que no: la perfección de la dentadura de los adolescentes. Un rasgo de vanidad más que espero que sirva para algo. Y reza por que tus hijos tengan una dentadura perfecta. Hay veces en que esto sucede. Si no, prepárate.

      Eliminar
  2. Esta foto desde luego a servido para que te veas interiormente, seguramente los autorretratos los hacemos para nosotros mismos, a los demás, si no nos convertimos en genios, no les interesa nuestros autorretratos. Y con eso no quiero decir que no me interesa tu autorretrato, quiero decir que me doy cuenta que tu disección sobre el mismo es precisa, porque los ojos firmes te los reconoces tu seguramente en comparación con momentos en que seguramente no han sido tan firmes. Yo también tengo guardados unos autorretratos por subir, en modo fantasma y en unas ruinas fabriles, como un despojo humano. Hoy estoy destructor, mejor apago el ordenador.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Sí, ha habido momentos, temporadas, en que me era imposible mirarme al espejo por el asco que sentía hacia mí mismo. Lo que guardo escrito de aquellos tiempos es demoledor, desolador, terrible, abominable. Puedo entenderte, bueno, es un decir, puedo hacerme una idea por analogía de lo que puedes sentir, nunca entenderte del todo. En todo caso, estamos solos en este intrincado mundo de la fotografía. Tengo suerte de que aparezcas tú y comentes mis fotos. Es un momento que espero con intensidad. Comentar las tuyas es un placer, no siento ninguna obligación. Me gusta escribir y observar tu evolución fotográfica. Gracias por estar ahí.

      Eliminar